***Una fe en ruinas***
Dime Madre amorosa que he de hacer frente,
a lo que pude salvar y se perdió para siempre,
el tiempo que he perdido y no puedo recuperar,
los seres queridos que se han ido y ya no puedo abrazar
y frente al amor que me brindaron
y no supe aquilatar.
Dime madre cómo sacudirme las cenizas
de mi tragedia y volver a encender el fuego
de esa hoguera donde ardía el fuego de mi esperanza,
esa hoguera que prendida convocaba a amigos y extraños a compartir...
Que lejos van quedando esos años, en lugar de subir
he bajado peldaños.
Dime madre que hacer cuando la fe está entre las ruinas
de los sueños fallidos y de esos latidos
de angustia, cuando el mundo se derrumba,
cuando todo parece fracasado
y ha quedado a un lado esa esperanza
que nos sostenía...Dime María,
a ti que te sostenía.
Que te sostuvo frente a la Cruz,
cómo enfrentaste el odio y la traición,
como soportaste semejante humillación,
sin que una sombra de duda o el aguijón
de la venganza te alcanzará con su lanza,
tú ya herido corazón.
Cómo mantenerse fiel, cuando es más fácil
dejarse arrastrar por ese río donde las pasiones,
manejan nuestras emociones y revuelven los sentimientos
para luego desembocar en el mar
de la total desesperanza.
Dime María que te sostenía cuando la fe
y tu mundo estaban entre ruinas...
Ella, con amor me miró, más no contestó,
yo seguí con el rosario rezando, más cuando,
toqué el crucifijo comprendí...
Que fue el mismo amor que sostuvo a
Jesús en la cruz, el que la sostuvo,
desde el momento en que exclamó:
“He aquí la esclava del Señor”
Oxwell L’bu copyrights 2019
Dime Madre amorosa que he de hacer frente,
a lo que pude salvar y se perdió para siempre,
el tiempo que he perdido y no puedo recuperar,
los seres queridos que se han ido y ya no puedo abrazar
y frente al amor que me brindaron
y no supe aquilatar.
Dime madre cómo sacudirme las cenizas
de mi tragedia y volver a encender el fuego
de esa hoguera donde ardía el fuego de mi esperanza,
esa hoguera que prendida convocaba a amigos y extraños a compartir...
Que lejos van quedando esos años, en lugar de subir
he bajado peldaños.
Dime madre que hacer cuando la fe está entre las ruinas
de los sueños fallidos y de esos latidos
de angustia, cuando el mundo se derrumba,
cuando todo parece fracasado
y ha quedado a un lado esa esperanza
que nos sostenía...Dime María,
a ti que te sostenía.
Que te sostuvo frente a la Cruz,
cómo enfrentaste el odio y la traición,
como soportaste semejante humillación,
sin que una sombra de duda o el aguijón
de la venganza te alcanzará con su lanza,
tú ya herido corazón.
Cómo mantenerse fiel, cuando es más fácil
dejarse arrastrar por ese río donde las pasiones,
manejan nuestras emociones y revuelven los sentimientos
para luego desembocar en el mar
de la total desesperanza.
Dime María que te sostenía cuando la fe
y tu mundo estaban entre ruinas...
Ella, con amor me miró, más no contestó,
yo seguí con el rosario rezando, más cuando,
toqué el crucifijo comprendí...
Que fue el mismo amor que sostuvo a
Jesús en la cruz, el que la sostuvo,
desde el momento en que exclamó:
“He aquí la esclava del Señor”
Oxwell L’bu copyrights 2019
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