***Una declaración de Amor***

“Una declaración de amor”

Desde que era un niño, sentía sobre mí, tu mirada bañada de amor y de cariño, desde niño mi corazón siempre se inclinó hacia ti, me enamoré desde que te vi...

Desde esos días en que casi a la fuerza iba a misa, entre regañón y regañón al entrar al templo, con tu tierna mirada apaciguabas mi corazón y poco a poco empezaba en mi a crecer ese fervor hacia la flor más bella en el jardín del Señor.  

Recuerdo en mi primera comunión, me acerqué a la eucaristía y sentía como el corazón me latía, con una intensidad que nunca antes sentí. Te miraba en el altar, tan inalcanzable para mí, pero más tarde descubrí que tú estás cerca de cada corazón que te busca con fe y devoción.

En mi adolescencia, no, no te eché al olvido, más bien fueron tantas cosas las que me vinieron a importunar y no tarde por un tiempo de dejar de rezar. Pero la fe siempre encuentra atajos para devolver al peregrino a su camino.

En mis años de universitario té empecé a buscar a diario, iba con fe al templo y en esos momentos de profunda contemplación, mirando el Cristo crucificado, sentía tu mira en el altar que estaba a un lado. Si, yo sé que era una imagen, pero una imagen que te evoca y en mi corazón provocaba esa devoción a ti flor Inmaculada de mirada enamorada, enamorada del Redentor, enamorada del Creador.

Mi señora Inmaculada este amor que te profeso, te lo manifiesto cuando rezo y quisiera que cada verso fueran flores para tu altar, que cada copla de mi canción fuera una declaración de este amor, que palpita en mi pecho, el amor a una madre que nunca hace a un lado a los hijos, aunque estos la hayan olvidado.

Con el rosario en la mano y el pecho inflamado, te recito mis versos y te escribo poesía porque eres tú mi alegría e inspiración, la reina de mi corazón, es tu mirada mi inspiración, oh bella Inmaculada la flor más bella de la creación

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