lunes, 24 de junio de 2019

***Cuando me siento lejos de ti***

***Cuando me siento lejos de ti***

Los problemas se desvanecen
ante la luz de tu presencia,
porque tú me acercas a Jesús,
en quien encuentro amor e indulgencia.

Pero hay veces en estoy flanqueado
por todos los frentes del pecado,
hay veces en que los problemas
sofocan la hoguera de la fe
y te siento lejos...
Y te siento ausente...

Divaga mi mente y se atormenta
mi corazón, en mis noches
no hay luna, ni estrellas
y en mis días no brilla el sol.

La mediocridad se viste de vanidad
y la dignidad es desplazada por el orgullo,
el amor es sustituido, por todo aquello
que no pude sustituirlo y me siento
como un niño perdido.

Pero tú siempre sales al encuentro,
como una madre que ha visto
a su hijo caer, corres hacia mí,
con tu manto limpias las manchas
de mis vergüenzas y con tus manos,
enjuagas mis lágrimas y sanas
mis heridas.

Eres una Madre amorosa,
por eso te pido, te suplicó
no te partes de mí...
Porque yo sin ti me extravió,
me alejo y luego no sé como
regresar.

Es que uno puede tener inteligencia,
pero eso no es sabiduría,
uno puede creerse exitoso pero
eso no le da propósito a la vida;
uno puede autoengañarse
y creer que tiene todo bajo control,
pero basta un soplo de incertidumbre,
para derrumbas nuestros castillos
en el aire.

Uno se cree adulto y que sabe lo que
quiere y a donde va...
Uno se siente independiente y autosuficiente;
pero basta que venga la prueba,
para que uno caiga en la cuenta
de lo fragilidad de la vida.

Es por eso que tú pese a nuestras
rebeldías, pese a nuestras autosuficiencias,
nos tienes paciencia y nunca nos dejas
de ver, como una Madre.
Oxwell L’bu copyrights2019

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