(Celebración A La Virgen Del Rosario)
Octubre con su luna encantadora en noches de desvelo e inspiración… Con su suave briza que es como caricias del creador y esa sensación de estar en el punto de cerrar un año más que nos pone a meditar.
En esa búsqueda por trascender, nos llega el ejemplo de esa mujer, la madre del redentor, rosa sublime del amor. Santo domingo en Guatemala, se viste de fiesta, para celebrar a la Virgen del Rosario. En esta basílica, instalada en pleno centro histórico de la capital, la fe se respira, la esperanza se transpira y se conjugan como verbo, la solemnidad, las costumbres, el folklore y el amor para escribirle los versos más bellos envueltos en flor a la madre del redentor.
Con la imagen de la Virgen del Rosario en el altar mayor, el creador congrega a su pueblo, que llenos de amor ofrecen sus oraciones, elevan sus peticiones, en un ambiente donde no solo las emociones aceleran el corazón. Se escucha el rezo del rosario a diario, se canta a todo pulmón y en voz de los padres dominicos se escucha el sermón. En las afueras del templo todo es fiesta, las ventas de comida, con sus aromas a buñuelos, molletes, garnachas, longanizas y carne adobada al carbón despiertan una especie de contusión, en el paladar, que no deja de salivar ante todos esos platillos que se antojan.
Los patojos ven con sus ojos de carambolas, los juguetes hechos a mano, los capiruchos, los trompos así como los dulces de algodón que les despiertan la imaginación. Las plataninas y papalinas son una tentación en sus ojos llenos de emoción.
La patrona de la republica de Guatemala, no es una imagen más, ya que es parte de la identidad de un pueblo, forjado en la fragua de la fe, probado en las pruebas a través de la historia…Un pueblo al que el creador le ha dado la determinación de no claudicar y de a pasar de todo saber amar.
Desde el inicio del mas, hasta finalizar, se verá romerías de feligreses procedentes de los cuatro puntos cardinales del país, visitando a Nuestra señora del Rosario para orar junto a ella a diario. Pero indiscutiblemente el día en que la basílica esta a revenar, es el 7 de octubre, día en que se saca la imagen en solemne procesión, por las calles de la capital, para caminar junto a ella, en ese camino de fe y amor.
Se podría decir que en la capirucha, la celebración a la virgen, así como el Día del San Francisco de Asís constituyen el preámbulo, de las celebraciones de fin de año, en las que los chapines buscan más que una ocasión para consumir, buscan una oportunidad para asumir su fe de forma que trascienda al vivir diario.
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