***Orando El Rosario***
En esa búsqueda incansable,
por encontrarme con tu mirada,
madre amada, tomó un rosario.
Con la intención de resar,
y de esa forma poderme acercamer a ti,
empiezo a repetir las plegarias,
que de niño aprendí.
Repito por repetir, es entonces
cuando tú me invitas a sentir y vivir,
cada palabra, así sin prisas,
sin agendas, ni formulismos.
Porque el rosario es el evangelio
meditado, ese que nos invita,
à descubrir junto a la Madre,
el rostro de Cristo.
El Cristo viviente,
al que los apostoles le imploraron,
¡Maestro enseñanos a orar!
Enseñanos ha entrar en esa comunion,
cara a cara con Dios.
Y en esa búsqueda del amor de Dios,
en esa búsqueda de su paz,
en el centro del rosario
esta esa luz de la cruz de Jesús.
En torno de ella giran los misterios,
los misterios gozosos del amor,
los misterios luminosos que
dan luz a las almas.
Los misterios dolorosos
en el vía cursis del peregrino,
los misterios gloriosos de la
manifestación del altísimo.
En torno a esa cruz gravita,
el misterio de la fe,
esa fe que mueve montañas
y obra prodigios.
Prodigios que solo han de manifestarse,
cuando el cristiano aprende a orar,
a darle vida a esos misterios,
en su propia vida.
Porque orar es entrar
en el recinto sagrado,
es escuchar el llamado
y dar ese si..
Ese sí a ejemplo de Maria,
ese sí incondicional,
que solo es posible cuando
el alma esta en comunión,
a través de la oración.
Oxwell L'bu copyright 2016
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