lunes, 22 de julio de 2019

***Cuando se desaté el nudo ***

***Cuando se desate el nudo***
¿Acaso tentación no es la vida del hombre sobre la tierra; y como de jornalero su vida. Job 1-7

Al nacer, me fue cortado el cordón
que me unía a mi madre y luego
fue hecho un nudo a mi cuerpo,
como señal de que vivo ligado
a carne y a huesos que deben
de buscar su propio sustento.

Y por eso desde que nacemos,
se nos sobre vienen retos y tribulaciones,
pero también un manantial de gracia;
manantial al que poco acudimos,
porque sentimos que somos capaces
con nuestras propias fuerzas.

Pero sucumbimos, una y otra vez,
vivimos una vida al revés,
priorizando lo inmediato y pasajero
y dejando a un lado lo que realmente
es importante.

Vivimos afanados por el pasado,
huyendo del presente y angustiándonos
por un futuro, que solo Dios sabe
si tendremos.

Vivimos atados...Atados a nuestros vicios,
que nos encaminan a precipicios;
atados a costumbres insanas que nos
esclavizan, ha miedos que nos inmovilizan
y a prejuicios que ciegan nuestro entendimiento.

Vivimos buscando ese amor perfecto,
la felicidad eterna y ese inteligencia,
que sea como una linterna, que nos alumbre
para aprovechar las oportunidades,
oportunidades que siempre tiene un precio.

Nos abrazamos y aferramos a este mundo
y hasta miramos con necio desprecio,
lo eterno y todo aquello que trasciende,
nuestro entendimiento y conocimiento.

Y para qué, tanto orgullo y afán,
si nuestra vida, es solo un suspiro
frente a la eternidad...
Que deberíamos de aprovecharla
para que nuestra vida tuviese
ese sentido de misión, que lleva
alegría al corazón y un gozo
que nos trasciende.

Pero vamos por la vida, haciendo nudos,
para sujetar firmemente lo que creemos
nuestro; vamos poniéndole cadenas
a quienes sentimos que son de nuestra
propiedad y les negamos la libertad.

Pero llegará el día en que esa cuerda
no soporte más y se reventará,
llegará el día en que esas cadenas se oxidaran
y finalmente se liberarán de nosotros
y quedaremos frente a esa realidad,
que es la soledad.

Y quién podrá desatarnos de tantas
apropiaciones que son prisiones,
quien podrá romper esas cadenas,
antes que nos hagan y hagan daño...
Porque nosotros no podemos,
pues las sentimos como parte
de nuestra propia vida y no queremos
y nos negamos.

Pero Dios en su infinito amor,
nos da la luz para que las reconozcamos,
es Él quien da los medios y el remedio;
Y por eso a puesto en las manos de
Maria Knotenlöserin, la Virgen que desata nudos,
esa ayuda idónea para desatarnos y liberarnos.

Pues llegará el día en que el mayor nudo sea
desatado y quedaremos desarraigados
de esta vida, para avanzar a nuestro destino final
que es volver a El.
Oxwell L’bu copyrights 2019

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