“El ángel del Señor anunció
a María, y ella concibió por
obra del Espíritu Santo”
Deja de desayunar malas noticias,
de irte a la cama con ese cúmulo
de preocupaciones, manda a ese
fatalismo de vacaciones.
En vez de eso reza un Ave María
y descubrirás la alegría,
que trae cada amanecer,
cuando descubres la presencia
de Dios en tu vida y su bendición
en todo tu ser.
Porque en ella se posó el Verbo
de la redención, en ella la palabra
adquirió vida y movimiento,
como no se va a sentir el alma
y el corazón contento.
Ve a María y llénate de alegría,
porque con su “Si” determinante
y definitivo, es empezó a escribir,
la buena nueva, pues ella es la ternura
sublime del evangelio.
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