***María Fiel Compañia, Desde Petencostes***
Te dejaste abrazar,
por esa llama que quema,
sin herir..
Por esa llama que cauteriza
las heridas y calsifica la apatia.
Es que tu Dichosa María,
eras la flor que ardia,
en petencostes...
Esa flor que se pone a hervir,
para que expele su aroma
que como incienso sube
al cielo, llevando una oración.
La omnipotencia de su majestuosa
presencia, es como viento impetuoso,
que se posó en ti...
Y encontró en ti su complacencia,
pues en esos nueve días de ayuno,
oración y penitencia,
prepararon a la novia que desde
el principio de los tiempos,
el Padre entregó con dote de gracia
a el hijo que por ella a la cruz se entrego.
Por eso tu engalanada,
junto a la iglesia que allí nacía,
perceveraste en oración,
y desde aquel día,
tu has sido compañía.
para esa novia peregrina,
que camina al encuentro,
del Redentor.
Oxwell L'Bu copyright 2015
Te dejaste abrazar,
por esa llama que quema,
sin herir..
Por esa llama que cauteriza
las heridas y calsifica la apatia.
Es que tu Dichosa María,
eras la flor que ardia,
en petencostes...
Esa flor que se pone a hervir,
para que expele su aroma
que como incienso sube
al cielo, llevando una oración.
La omnipotencia de su majestuosa
presencia, es como viento impetuoso,
que se posó en ti...
Y encontró en ti su complacencia,
pues en esos nueve días de ayuno,
oración y penitencia,
prepararon a la novia que desde
el principio de los tiempos,
el Padre entregó con dote de gracia
a el hijo que por ella a la cruz se entrego.
Por eso tu engalanada,
junto a la iglesia que allí nacía,
perceveraste en oración,
y desde aquel día,
tu has sido compañía.
para esa novia peregrina,
que camina al encuentro,
del Redentor.
Oxwell L'Bu copyright 2015
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