Cuántos desde nacidos,
no encuentran el favor
de los hombres y van por
la vida, como niños desfavorecidos.
Pero donde dormirán esos niños,
que fueron puestos en vientre de mujer,
como una dádiva del cielo
y acabaron como desecho en el suelo.
Quien arrullaras tanta criatura,
cuya vida fue cegada de
forma prematura...
Porque su llegada era inconveniente
o la reputación acabaría tachada
de indecente.
Oh mujer, mujer si entrarás
en ese rincón de tu corazón,
si desterraras todo ese bullicio,
que solo habla de derechos y beneficios,
te encontrarías con ese tierno corazón
de madre, que late en ti.
Porque causarte una herida,
que no encontrara sanidad
en esta vida; solo por guardar
las apariencias y mantener
las conveniencias.
Cuantos niños se cobijan
en los brazos de María,
cuantos más se dormirán
abrigados en su manto protector,
porque a ti mujer, te falto el amor.
Mira cuantos vientres se marchitan
sin poder concebir,
mira cuantas flores no llegaron
a florecer y tu mujer,
llevas en tu vientre esa bendición
que puede cambiar tu vida,
no te infrinjas con el aborto esa herida.
Mira a la doncella de a Nazareth,
que siento niña asumió esa responsabilidad,
sin tener la certeza que tendría junto
a ella a ese varón, que la apoyara
y la amara en cualquier situación.
Pon tus ojos en María y encontrarás
la alegría, en medio de las murmuraciones
y de quienes te dicen que has arruinado
tu vida, confía en Dios que ha permitido
que germine esa semilla porque llegará
a ser la mayor causa de tu alegría,
créelo y pon tus ojos en María.
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