Quién no quisiera escuchar su dulce voz, en la aflicción, quién no quisiera sentir su cálido abrazo ante la adversidad, pero en verdad, ella está tan cerca, pero no la vemos, ni la escuchamos.
Son muchos, los que buscan milagros y prodigios para creer y sin embargo Dios se manifiesta sublimemente en las cosas sencillas, en las cosas que solo cuando las perdemos las valoramos... Eso dijo luego se quedó en silencio.
Una admosfera de ternura, de ella emanó y de sus ojos una dulzura indescriptible, luego agregó, no hay devoción que alegre más mi corazón, que aquella en la cual Jesús es el centro y el fin.
Aquel era un momento para contemplar y con el corazón venerar, para escuchar, no para hablar... Pero ella la Madre del silencio, se quedó callada, luego, dijo: Esta es la respuesta, de la inquietud que tienes en el corazón:El Amor es el pasaporte para la eternidad, porque en verdad, Dios es Amor.
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#virgenmaria
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