***Alza tu Rosario***

***Alza tu Rosario***
Mira que la oración
tiene alas de paloma
y cuando alzas tu Rosario,
la Madre se asoma.

Para orar contigo,
para caminar contigo,
abriéndose camino,
entre la soledad y el abandono,
porque si te acoges a ella,
nunca te abandonará.

Alza tu Rosario y resaló a diario,
porque en el se evoca,
a Cristo y Él se hace presente,
en eso corazón y la mente,
de quien reza junto a su Madre.

Alza el Rosario
y confía, que no te domine
la negatividad y apatía,
de quien siempre critica
y nunca pones las manos en obra.

Alza tu Rosario y hazlo con devoción,
pide a la Imma su intercesión,
porque ella aquí está
y nunca nos abandonará.
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“Y camino solo en las sandalias del pescador”

“Y camino solo en las sandalias del pescador”
Lo vieron caminar solo, en la plaza de San Pedro, bajo una lluvia copiosa, pero no iba sólo, junto a el caminaba la fe de los Santos, la esperanza de los que han creído y creen.

Caminaba solo, pero acompañado por todos los que le contemplaban con el corazón dispuesto, de escuchar a quien, le da continuidad a la cátedra de Pedro; en cualquier rincón del mundo, donde el amor de Dios se hace presente.

Caminaba solo, en las sandalias del pescador, para ofrecer ese ofrenda de amor, en nombre de una humanidad que espera, ver la mano de Dios.

Caminaba solo, No, con el iba la Madre del crucificado, aquel que hasta la última gota de su sangre ha dado, porque donde está el hijo, está su madre.
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“Diálogos con la Virgen II

“Diálogos con la Virgen II”
Su mirada serena, que derrama infinita ternura, su perfume de rosas y esa brisa suave, que delata su presencia y el alma la percibe y el corazón la recibe.

Sus silencios eternos y esa forma de mirar, que provocan suspirar y que lo dicen todo, sin hablar y uno aprende a contemplar y ha escuchar, los murmullos sublimes del silencio.

En esa atmósfera de amor Maternal, un manantial de gozo se derrama, el alma se siente acogida, es un momento que se quisiera eternizar.  El alma arrebatada, se siente fascinada, sin poder dejar de contemplar, no con los ojos, sino con todo el ser, porque su presencia la hace estremecer.

Ella, parece saber, lo que se quiere preguntar y sin embargo, te insta a expresar y le preguntas: Que es lo que más te impacta de tu amado hijo Jesús. Ella dijo esa mirada de paz inalterable, que tiene la profundidad del universo y el brillo de las estrellas, es que tiene la mirada de Dios.

Luego sus manos, sus bellas manos, manos de niño que me prodigaron tanto amor y cariño; sus manos de obrero, manos que sanaron, manos que hicieron milagros y prodigaron tanto amor y perdón,  aún estando clavadas en la cruz, porque Justo allí, derramó todo su amor y su bendita misericordia.

“Dialogos con la Virgen”

“Diálogos con la Virgen I”
Quién no quisiera escuchar su dulce voz, en la aflicción, quién no quisiera sentir su cálido abrazo ante la adversidad, pero en verdad, ella está tan cerca, pero no la vemos, ni la escuchamos.

Son muchos, los que buscan milagros y prodigios para creer y sin embargo Dios se manifiesta sublimemente en las cosas sencillas, en las cosas que solo cuando las perdemos las valoramos... Eso dijo luego se quedó en silencio.

Una admosfera de ternura, de ella emanó y de sus ojos una dulzura indescriptible, luego agregó, no hay devoción que alegre más mi corazón, que aquella en la cual Jesús es el centro y el fin.

Aquel era un momento para contemplar y con el corazón venerar, para escuchar, no para hablar... Pero ella la Madre del silencio, se quedó callada, luego, dijo: Esta es la respuesta, de la inquietud que tienes en el corazón:El Amor es el pasaporte para la eternidad, porque en verdad, Dios es Amor.
Oxwell L’bu copyrights 1988-2020
#virgenmaria 

Le pregunté a la Imma

***Espíritu Santo ***

***Espíritu Santo***
Espíritu de Dios,
dame la sabiduría, que mi
escasa inteligencia,
pretende reemplazar.

Dame el dominio de mi lengua,
para que no se abra mi boca,
para injuriar y menos para
maltratar, dame la capacidad
de saber escuchar.

Dame un corazón contrito,
has que retoñe este amor marchito;
Espíritu Santo,
tú eres inspiración de Dios,
influjo sanador, fuerza de su Amor,
aliento de vida.

Ayúdame a buscar a Dios,
con el alma desnuda,
líbrame de la soberbia
de creerme mejor que los demás;
desata las cadenas con las que,
yo mismo me he atado al pecado.

Ayúdame a reconocer,
que mis propias fuerzas
son insuficientes,
para recorrer el camino,
del peregrino.

Concédeme los dones,
que precisó para florecer
y poder ofrecer ese potencial,
que el Creador ve en mi.

Quítame las muletas,
donde se apoya mi orgullo,
hazme todo tuyo,
un instrumento de tu paz.

Dame la docilidad y mansedumbre
de María, para que pueda,
descubrir y vivir mi misión
con alegría.
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“Orar sin dejar de trabajar”

“Orar sin dejar de trabajar”
Con las manos puestas en el arado, hay que mantener el corazón inclinado hacia Dios...

Porque ante cosas que desconocemos, nos invade el miedo y no sabemos cómo reaccionar. Muchos dicen que es una pérdida de tiempo rezar, que la ciencia, el dinero y la tecnología, todo lo pueden solucionar, pero siempre encuentran sus límites.

Porque el esfuerzo humano, si bien no es en vano, solo se complementa cuando ese esfuerzo, está aunado a la inspiración y guía de Dios.

No por gusto, el primer milagro de Jesús fue convertir agua en vino, NO aparecer vino. La Madre les dijo, hagan lo que el les diga y no era nada fácil, ir a llenar de agua, al poso más cercano, tinajas que eran pesadas y luego llevárselas a El, sin estar muy seguros de lo que Él pretendía o haría.

Hoy los ecos de su voz, vuelven a resonar, aunque muchos la pretenden ignorar. La Madre nos sigue diciendo, escúchelo y hagan lo que Él les diga.

Nuestra fe, determinación y tomar acción, hará que suceda el milagro, por imposible que parezca, Dios no puede estar peleado con la ciencia, cuando Él le ha dado el talento y la inteligencia a los hombres para desarrollarla, para el bien común. La economía lástima y su impacto sería menor, si los que se sienten dueños de los medios compartieran.

Si nos parece mucho la cuarentena, pensemos en lo afortunados que somos, hay tantas cosas que ahora se pueden hacer desde casa, desde comunicarte con gente que está al otro lado del mundo, compartir ideas e incluso orar y alabar a Dios desde los nuevos púlpitos.

Si queremos que suceda el milagro, inclinemos nuestro oído a la Madre y la escucharemos decir: Hagan lo que El les diga...
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***Entre tantas advocaciones***

***Entre tantas advocaciones***
Entre tantas advocaciones,
se mueven los corazones;
no se cuál sea la advocacion
de tu predilección,
pero ten presente en tu corazón,
que ante todo ella es Madre.

Ella es la Madre de Jesús
y Madre nuestra,
no una madre por titulo nominal;
sino una Madre con ese instinto
y ternura maternal.

Ella es Maria, La Inmaculada
que ha Jesús desde antes
de nacer fue consagrada;
Ella es nuestra Señora del
Monte Carmelo, la flor
más excelsa y bella del jardín.

Ella es nuestra Señora del Rosario,
la que reza junto a nosotros a diario;
la que no lleva cuentas de nuestras faltas
y olvidos, sino la que atesora y se goza
cuando acudimos a ella.

Ella es quien se apareció en Lourdes
y nos trajo una fuente de salud,
la misma que en Fátima se manifestó
y su amor derramó, la misma que en
Medjugorje nos llama a ser instrumentos
de la Paz y el perdón.

Ella es Maria, la Madre de la Divina
Providencia, la que escucha con paciencia,
en Guadalupe las plegarias de su gente...
La del Perpetuo Socorro, la que siempre
está dispuesta a ser nuestra Auxiliadora.

Si, ella es esa extraordinaria mujer,
la bendita entre todas las mujeres,
la llena de gracias, la que Desata
esos Nudos de confusión.

Oh Virgen, la Rosa Mística,
el verso más sublime de Dios...
Tú, la Virgen de la Asunción,
la que abre su Sagrado Corazón,
para dejar verter su amor.

Tú, María guevi·ráh, la Reina
de la iglesias, la Reina del cielo;
la que al verla despierte ese anhelo,
en el alma por querer estar cerca de Dios.

Ella no se pierde entre todas esas advocaciones,
porque cada advocacion, es una sublime expresión
del Amor de la Imma.
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“Que no nos oculten la Cruz”

“Que no se nos oculte la Cruz”
Entonces Jesús dijo á sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Mateo 16:24

Porqué nos esconden la cruz, esos que predican su evangelio de la abundancia, los que nos dan platicas de motivacionales,  pero nos esconden a Cristo.

Si, en estos tiempos tomar la cruz, no es algo que invite a seguir el evangelio, imaginemos el impacto que tuvo en los tiempos de Jesús, cuando la cruz era sinónimo de muerte, humillación pública y sufrimiento... Sin esa luz que le imprimió Cristo Jesús pues, él, la transformó en instrumento de redención y salvación.

Que no nos oculten a la Cruz, pues junto a esa cruz estuvo la Madre de Jesús, la Imma, la llena de gracia, la que sufrió junto a él, el martirio, la humillación y el sufrimiento y supo quedarse en ese silencio reverente de quien no entiende, pero con sus preguntas prepotentes no cuestiona al Padre sino en su corazón abriga y acepta su voluntad.

Que no nos oculten la cruz, porque sin cruz no puede haber resurrección.
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***El Santo Rosario***

***El Santo Rosario***
Rezar el Santo Rosario,
va más allá de esa devoción,
que repetimos a diario,
pues la verdadera devoción,
nos debe de llevar a socorrer
al necesitado.

Cada misterio es un desafío,
es un llamado a la conciencia,
que nos dice que la penitencia
que agrada al Señor,
son los actos de amor.

El Rosario no es repetir
y repetir, oraciones mal
dichas y con prisa,
pues cada Dios de salve,
cada Ave María, va formando
un eslabón que nos lleva,
a la misericordia y al perdón.

El Rosario son más que
oraciones por repetir,
pues realmente son corazones,
de testigos que a travez
de los siglos, han puesto
su amor y devoción en la
Santísima Virgen María.

Así que cuando tengas un Rosario
en las manos, no olvides,
que estás uniendo tu corazón
y tus manos, con los que unidos
a María tiene puesta su mirada
en el Cristo Redentor.
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Oración del Papa Francisco

La Imma, siempre nos dirá:
“Hagan lo que El, les diga”
Y Jesús responderá:
“No tengan miedo”
Amén

***No llores María***

***No llores Maria***
Me siento desarmado,
con el corazón destrozado,
con el pecho desecho,
de verte Madre llorar.

No llores María,
que ya bastante has llorado,
cuando lo han ignorado y despreciando,
y ahora al verlo crucificado,
tú corazón no pudo más
y se ha desbordado.

No llores María,
mira que hoy las verdaderas
intenciones de los corazones,
han quedado al descubierto
y la esperanza no ha muerto.

No llores María,
mira que el sol siempre
sale después de la tormenta
y es tu dolor una ofrenda,
de amor frente a la cruz.

No llores María
y si has de llorar,
hasme junto a ti un lugar,
porque las penas compartidas,
suelen a las heridas,
pronto sanar.

No llores María,
mi dulce María, Madre mía,
apóyate en mi hombro,
ven a mi casa, que el sol
de tus ojos volverá a brillar,
cuando Él, resucitado,
se vuelva a manifestar,
no llores María.
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Lo recibió del cielo

***Los hijos de María***

***Los hijos de María***
Junto a la cruz de Jesús,
estaba, su Madre. Juan 19, 25-27

Dónde estaban los hermanos de Jesús?
Aquellos de los que hacen  alarde,
los detractores de María,
si ella estaba sola junto a la cruz;
porque es en el dolor, la pérdida
y el sufrimiento, donde nacen,
los hijos de María...

Ella los da a luz,
frente a la cruz,
porque es allí donde
el dolor se hace, creador
y fecundo...
Es en esos momentos donde
aflora la belleza del alma
y los sentimientos más
puros del corazón.

Jeshua keroin Imma,
ani keroin Imma...
Porque conozco cara a cara
el sufrimiento y se lo que es
quedar en soledad, cuando se
precisa tanto de una palabra
de consuelo, de un abrazo.

Al partir mi madre, alguien me dijo:
“Has quedado huérfano”
Y aquellas palabras desgarrón
mi alma y provocaron una herida
en el corazón, aunque se,
que esa no fue su intención.

Hoy estoy en paz con eso,
porque yo le entregue al Padre
a mi madre, no como una acción
de cobardía, sino como un acto
de confianza y de fe.

Ahora que ella, ya se fue,
en mi corazón lo sé,
que Jesús me ha dado
a su Madre, para hacerla
mi Madre y por eso puedo decir:
con expresiones inefables,
ani keroin Imma,
yo la llamó mamita.
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