***Ecce ancilla Domini***
Con su Si definitivo,
ella se hizo por amor,
la esclava del Señor...
No pensando que todos
serían días de gozo y de gloria,
sabiendo que debía caminar entre
luces y sombras, pues así
se escribe la historia.
Cuando te sientas sitiado
por las angustias de la vida,
cuando la densa obscuridad
como neblina, tu fe haya sofocado;
recuerda que ella está allí,
como un lucero brillando en medio
de la obscuridad...
Porque su amor es infinita verdad,
no una mera fantasía
o el refugio de los cobardes;
porque ella como buena Madre
a veces también empuja
al hijo que se quiere acomodar,
ella lo motiva a luchar, a no dejarse
ganar, por la apatía o la indiferencia.
Es ella la mejor referencia,
de servicio y entrega,
siempre está atenta a lo que
se necesita...
Ella le pedirá a Jesús,
pero primero hay que llenar
las tinajas de agua.
Es ella Ecce ancilla Domini,
La esclava del Señor,
a la que cuando acudimos
con amor, nunca nos rechaza
y padre Pío lo sabía,
por eso nunca dudaba en acudir
a esa luz, cuando le sorprendían,
las tinieblas de la noche de la fe.
Oxwell L’bu copyrights 202O
Con su Si definitivo,
ella se hizo por amor,
la esclava del Señor...
No pensando que todos
serían días de gozo y de gloria,
sabiendo que debía caminar entre
luces y sombras, pues así
se escribe la historia.
Cuando te sientas sitiado
por las angustias de la vida,
cuando la densa obscuridad
como neblina, tu fe haya sofocado;
recuerda que ella está allí,
como un lucero brillando en medio
de la obscuridad...
Porque su amor es infinita verdad,
no una mera fantasía
o el refugio de los cobardes;
porque ella como buena Madre
a veces también empuja
al hijo que se quiere acomodar,
ella lo motiva a luchar, a no dejarse
ganar, por la apatía o la indiferencia.
Es ella la mejor referencia,
de servicio y entrega,
siempre está atenta a lo que
se necesita...
Ella le pedirá a Jesús,
pero primero hay que llenar
las tinajas de agua.
Es ella Ecce ancilla Domini,
La esclava del Señor,
a la que cuando acudimos
con amor, nunca nos rechaza
y padre Pío lo sabía,
por eso nunca dudaba en acudir
a esa luz, cuando le sorprendían,
las tinieblas de la noche de la fe.
Oxwell L’bu copyrights 202O
No hay comentarios:
Publicar un comentario