domingo, 8 de diciembre de 2019

***Con su rostro, tatuado en el corazón***
Quise, oh bella Immaculada,
escribirte una canción,
con coplas divinas y notas celestiales,
que corran alegres como los manantiales
y tu amor se disperse a raudales.

Pero yo, no tengo versos de poeta,
ni estrofas de canción...
Pero tengo impreso tu rostro en mi corazón
y el brillo de tu sonrisa en mi mirada.

Bella Immaculada, mi alma vive
eternamente enamorada de ti,
en ese dimensión que trasciende
a la razón, allí donde el corazón
más que sentir, tiene la certeza.

Es tu vientre como el cristal,
atravesado por esa luz,
que puso en tus entrañas
a Cristo Jesús,
el Redentor, Madre del amor.

Como no voy a amarte,
como no voy a venerarte
y junto a ti, como un niño,
bendecir y adorar al Creador,
que derramó en ti todo su amor.
Oxwell L’bu copyrights 2019
(Imagen pintada a mano sobre azulejo)

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