“Del Monte Carmelo a Garabandal”
Siglos han pasado desde que el profeta Elías,
proclamará a los cuatro vientos «Yahveh es mi Dios» y dejará al descubiertos la falsedad de los otros dioses.
En Garabandal, nuevamente vuelve a repicar como
campaña, ese misma expresión: «Yahveh es mi Dios» Y un Dios celoso, que no admire dualidad en la adoración.
Y en estos tiempos, siguen engañando esos falsos dioses, queriendo suplantar la verdad y apagar la luz; trocando ese deseo profundo de trascender por la promiscuidad de la fama y la popularidad que al final trae mucha soledad. Al dinero que se pinta de felicidad y realización, llenado los bolsillos y vaciando al corazón.
O esa apostaría silenciosa, que no es otra cosa que los vientos del demonio queriendo abrir la puerta, para atacar desde dentro.
Pero el mensaje de la Virgen, el lirio en El Monte Hakkarmell, no es un mensaje para infundir temor,
sino para fortalecer la confianza y el amor. No son profecías de holocaustos y destruction, sino de restauración y consolación.
Porque la Imma es una mensajera de la paz, es un reflejo de la Luz, que brillo como nunca en lo alto de la Cruz y nos dio esos destellos de eternidad, en la resurrección.
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