“María, acaso lo sabías...”

“María, acaso lo sabías...”

Yo no lo sé, María si tú lo sabías, que ese niño que llevabas en el vientre, la historia cambiaría y tocaría muchas vidas.

Será que acaso lo sabías, que ese bebé que concebirías, sería luz en medio de las tinieblas, que pondría al descubierto las verdaderas intenciones de los corazones...

No sé, Madre si tú lo sabías, que el bebé que amamantaste y con tanto amor cuidaste, liberaría a los oprimidos, devolvería la vista a los que no ven, haría caminar a los que se han quedado varados en el camino y les marcaría un nuevo destino.

María es acaso que tú lo sabías, por revelación o porque guardabas cada acontecimiento en tu corazón; pero ese bebé con el que un día huisteis a Egipto, seguiría encontrando incomprensión y oposición y no solo por los que sustentan el poder, sino por aquellos que no quieren comprender, que en su reino solo entre el que tiene Amor.

No, no sé si lo sabrías, que El Niño de Belén sería crucificado en Jerusalén, que sería abandonado y traicionado por sus amigos, que sería negado y de todo eso tú serías testigo.

María, es acaso que tú lo sabías, que sus palabras siguen transformando vidas y tocando corazones, pese a que han pasado más de dos mil años...

María, es que acaso lo sabías?

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***Presta a dar a luz***

***Presta a dar a luz***

Fueron nueve meses de espera,

nueve meses de ilusión;

tiempo de adviento, tiempo de prueba,

en los que la doncella de Belén,

se mantuvo firme en el Si,

que había dado.

Puso las manos en el arado,

sin voltear a ver atrás,

porque como todo consagrado

su visión está en el amado.

Ella que con tanto amor lo esperó,

ella que en la prueba no desespero;

porque su confianza estaba

en aquel en quien puso,

toda su esperanza.

Presta a dar a luz, se cubrió de soledad

y en medio de la obscuridad,

de aquel establo, brillo esa luz,

que lumina a todo hombre

de buena voluntad.

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***Maria de la esperanza***

***Maria de la esperanza***

Ella es María de la esperanza,

apenas una niña, la doncella de Belén,

la portadora de la esperanza,

de la nueva Jerusalén.

María, María la adolescente,

con carita de azucena y alma blanca;

la Inmaculada del Señor,

la madre del Redentor.

Es María de la esperanza,

la que lleva en su panza,

al amor de los amores,

ella la más bella de las flores.

Ella cuyo fruto de su vientre,

es motivo de esa estrella,

que brilla en la noche eterna,

de quienes nunca pierden la fe.

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#VirgenMaria

 

***Las manos de la Inmaculada***

 . ***Las manos de la Inmaculada***

Esas manos que tu vez allí,

son manos que bendicen,

que calman la aflicción,

porque son una caricia del cielo.

Son las mismas manos,

que cuidaron y acariciaron,

al niño Jesús...

También las que lo recibieron,

cundo lo bajaron de la Cruz.

Esas manos, son las manos

de una Santa,

son manos laboriosas,

que atendieron y sirvieron,

a un humilde carpintero.

Son manos inmaculadas,

porque nunca las macho 

el pecado, pues fueron

consagradas al Redentor,

quien las lleno de su amor.

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#Inmaculada

#Lapurosima

#Diaclasico

***En el altar de mi corazón***

 . ***En el altar de mi corazón***

Te llevo en mi corazón 

desde niño, de ti he buscado 

consuelo y cariño;

porqué tú tienes corazón de madre

y el amor rebalsa por tus manos.

Yo te ofrezco las flores del jardín 

que con mis manos he cultivado,

para que adornen el altar perpetuo,

que he hecho para ti, en mi corazón.

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***A la Chapetona***

“A la Chapetona”

(La Inmaculada de ciudad vieja)

Cadencioso es tu andar,

cuando sales de tu altar,

a bendecir y esparcir,

cuál semilla tu gracia.

Oh llena de gracia,

favorecida del Señor,

que te colmó de su amor;

Virgen purísima, 

por este pueblo amadisima.

Allí en la puerta santa,

esperas a tus hijos,

para darles la bienvenida;

y brilla allí tu esplendor,

que no es más que el reflejo

de ese Amor.

Amor que hizo aposento

en tus entrañas y se quedó 

incrustado en tu corazón;

Oh Chapetona, cuya fe 

fue probada en la hora nona.

Tú qué atravesaste el mar,

para dejarte amar,

en estas tierras, de hombre

de maíz, de mujeres con

carita de azucena y tez morena.

Tú que te has hecho parte

de este pueblo, que has celebrado

y llorado con el, sigue caminando 

por nuestras calles y espera por nuestras

almas, cuando crucemos la puerta santa.

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#Ciudadvieja 

#Lachapetona

 

“Pidiendo posada”

“Pidiendo posada”

Peregrinos somos y en el camino andamos, 

y por más camino que recorramos,

no volveremos al mismo lugar,

porque lo nuestro es pasar...

En plena pandemia, Jesús sigue sin encontrar donde nacer,

esta por anochecer... La mayoría están en casa, pero aburridos o preocupados, otros más abrumados, por las deudas. Hay otros que su mayor preocupación, es que ahora tendrán que romper con esa tradición, de viajar y presumir, lo que suelen estrenar y por eso, ni unos, ni otros logran escuchar, la súplica de José y María.

  

Y por eso la historia se repetirá, hay quienes tendrán muchos, otros nada, hay algunos que rompiendo las regulaciones de la pandemia, tendrán invitados, otros estarán en soledad, evocando y recordando, otros más extrañando al que ya no está. Ambos sin experimentar la sublime felicidad, que da recibir, en el corazón y el hogar, al que te puede acompañar, incluso, más allá de la eternidad.

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#posadas

#Nacimineto

#Pecebre

 

“La anunciación”

. “La anunciación”

-El ángel del señor anunció a María.

-Y ella concibió por obra del Espíritu Santo.

Sin el Si, determinante y definitivo, de María, humanamente 

hablando no habría navidad. Por eso en cualquier nacimiento o pesebre esta escena, no puede faltar.  Porque es un altar a la fe, a la entrega y confianza absoluta en Dios.

Si nos detuviéramos a pensar y meditar, todo lo que implicaba, para aquella niña, ente 13 y 15 años, el dar ese sí y permitir, que aquel Niño se gestará en su vientre, no lo veríamos tan a la ligera.

Ella en ese momento, aparte de ser una doncella, una niña, estaba comprometida con José, es decir había adquirido un compromiso de fidelidad, hacia el. No solo corría el riesgo de que por eso se rompiera el compromiso, con la correspondiente deshonra para ella y su familia y el inminente riesgo de morir lapidada, si su prometido decidía repudiarla públicamente.

Por otra parte, provenía de una familia humilde, con posibilidades muy limitadas y alimentar y cuidas de un bebé, si llega a hacer madre soltera, era todo un desafió y más aún para una niña. Además quedaría estigmatizada de por vida, por haber traído deshonrá a su familia, lo cual implicaba que difícilmente un hombre se volvería a fijar en ella, con buenas intenciones.

A veces tendemos a romantizar demasiado, la historia de la navidad y desencarnamos, a los protagonistas de la misma y los sacamos de su entorno vital y social.

Por eso la escena de la Anunciación, es un desafío al corazón, es un altar a la fe y confianza en Dios.

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#Nacimiento

#Pecebre

#Navidad