viernes, 3 de enero de 2020

***Si cuando oramos***

***Si cuando oramos***
Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! (43) ¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? (44) Porque así que sonó la voz de tu salutación en mis oídos, exultó de gozo el niño en mi seno. (45) Dichosa la que ha creído que se cumplirá lo que se le dijo de parte del Señor: (46) Dijo María: Mi alma magnifica al Señor (47) y exulta de júbilo mi espíritu en Dios, mi Salvador,(48) porque ha mirado la humildad de su sierva; por eso todas las generaciones me llamarán bienaventurada, (49) porque ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo. (50) Su misericordia se derrama de generación en generación sobre los que le temen. San Lucas 1:42-50

Si cuando oramos invocamos
el nombre de María,
ella se hace presente;
ella, no busca nuestras alabanzas,
más bien guía nuestra oración,
para que junto a ella alabemos al señor...

Su voz es como un suave suspiro,
como un inefable gemido,
que romper el silencio
y pone un cántico en el corazón,
para alabar y bendecir el
nombre del Señor.

Sus palabras son de profundo amor,
sonde gratitud infinita al Creador,
por habernos dado al Redentor;
ella, la llena de gracias deja un profundo
gozo en cada visitación,
que se da cuando junto a ella alzamos,
nuestra alabanza y oración.
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