Su pecho se abrió de par en par
y el Amor de Dios encontró su lugar;
un corazón dispuesto al servicio
al sacrificio, a la renuncia
y a la entrega incondicional.
Así es el corazón de María,
un corazón con la pureza
de una niña y la fortaleza
de una madre...
Así es el corazón de la Imma
siempre dispuesto a recibir
al hijo que está lejos.
Es que el corazón de la Inmaculada,
es un cofre de Amor, que la rebalsa,
es por eso que este se le escurre por sus manos
y lo prodiga aún a aquel que la ignora
y en sus oraciones nunca la invoca.
Porque así es el corazón de una Madre,
siempre dispuesto al perdón,
siempre abierto para acoger,
al hijo que la busca...
Así es el corazón de la Imma.
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#VirgenMaria
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