domingo, 4 de abril de 2021

***Algo de ella, resucitó con Él***

***Algo de ella, resucito con Él ***
Si fue su bendito vientre, donde se formó,
si fueron sus brazos quienes lo arrullaron
y sus tiernos pechos los que lo amamantaron,
como no iba a tener esa urgencia por verlo.

Acaso no fue ella, quien le enseñó a caminar
y a hablar y lo curo cuando jugando tropezó;
no fue ella la silenciosa testigo, de todos esos 
momentos sencillos, pero sublimes,
que la pluma no registró.

Si Maria, su Imma, su primera discípula,
la primera que contra todas las apuestas
creyó, que en su vientre el mecías se gestó;
si fue ella la que siempre lo amó.

Acaso no fue ella, la que lo vio partir,
la primera testigo de sus prodigios y milagros,
la que escucho y guardo en su corazón,
palabras que a veces no comprendió.

Y si lguien precisaba verlo nuevamente,
era ella su Madre...No porque dudara,
no porque le faltara fe, sino porque 
dejo un inmenso vació, cuando se fue.

Fueron sus brazos los que lo recibieron a la vida,
fueron también sus brazos los que al bajarlo de la Cruz
le dieron la despedida... Fueron sus ojos testigos 
de su muerte y crucifixión, como no iban a ser testigos
también de su resurrección.

Si, de ese encuentro con su Madre no existe
registro alguno, porque esos momentos,
son tan profundos e íntimos, que quedan
cubiertos por el misterio.

Es seguro que ella lo vio glorioso y victorioso,
porque cuando El resucitó, algo en ella también lo hizo,
no porque dudara, no porque hubiera perdido la fe,
sino porque era el Amor de su vida el que se fue.

Pero si la despedida fue dolorosa, más que gozoso
fue el reencuentro, que no existen palabras,
que puedan describirlo, porque para comprender 
y entender momentos así, hay que vivirlos.
Oxwell L’bu copyrights 2021
#VirgenMaria


 

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