“Un Rosario sin horario”
Quien no busca a la madre, cuando siente ese amor que se le escurre por las manos, cuando la alegría es dulce compañía y más aún cuando llega la angustia y el temor y se instala en el alma la soledad.
Y la Madre siempre está, sin horarios, sin días de asueto o vacaciones, porque el Creador a puesto en su corazón, esa vocación y bendición de ser madre.
Por eso confiados acudimos a ella, porque es como una estrella al anochecer y un rayo de luz al amanecer; en sus labios no hay reproches y sus brazos siempre nos acogen, porque Ella siempre espera, al hijo que se ausentó, incluso a quien por un tiempo la abandonó, pues conoce la semilla que está en su corazón.
Por eso para rezar El Rosario, no hay un horario, porque las puertas siempre están abiertas y el oído atento, para acompañarla en esos momentos luminosos, para tomar su mano en el dolor y gozarse con Ella en sus misterios gloriosos.
Ella mantiene las puertas abiertas y dispuesto el corazón, para recibir a quien la busca y llevarlo de la mano, frente a su hijo amado.
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#Nuestraseñoradelrosario
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